miércoles, 1 de junio de 2016

El útero es un epicentro de la energía del universo




La Madre Tierra es una ser y como todo ser necesita que nos relacionemos con ella… Ella nos sostiene, ella nos da la vida, ella nos da alimento, ella nos da el agua, y sin embargo tenemos poco tiempo para dedicarnos a ella.

Ella está llamando, ella está gritando “¿Dónde están mis hijas?”. Ella sabe y quiere despertar la memoria que guardan las mujeres en su útero. En la sangre de las mujeres está la memoria de toda la humanidad, y es gracias a esta sangre que existe la continuidad de la vida humana en el planeta.

Vivimos en una cultura en donde este elemento tan sagrado es despreciado, es ensuciado, es maltratado… Queremos cambiar nuestro enfoque, cambiar el enfoque usando y tomando para nosotros las enseñanzas de nuestros abuelos de la sabiduría indígena… y que esta sociedad no consiguió ofendernos, que estas relaciones humanas que existan en esta sociedad no consiguen cambiar el destino sagrado que tiene la sangre de las mujeres, que hay que volver a este conocimiento, que hay que volver a hacer una relación con la madre. Que somos principalmente agua y que el agua tiene esta memoria.

Que necesitamos volver a tomar el poder de nuestro tiempo en nuestras manos, y hacer una relación con quien nos da la vida… para eso tenemos que tomarnos el tiempo, porque en la sociedad en que vivimos este tiempo no existe.

Necesitamos las mujeres volver a tomar la fuerza del conocernos, y de volver a tener las visiones que son buenas para la vida de la mujer, para la vida de su familia, para la vida de la comunidad.

La tarea de la mujer en este tiempo es una tarea de volver a darle sentido a la energía que pasa por ella durante todos los meses. 

Los úteros de las mujeres son un epicentro del movimiento de la energía del Universo, y esto lo han sabido todos los pueblos antiguos, por eso las visionarias siempre fueron las mujeres, por eso las mujeres en la antigüedad se tomaban los tiempos para ir a un retiro a una reunión, a un espacio exclusivamente para las mujeres en tiempos de menstruación.
Si nosotras las mujeres de esta sociedad volvemos a tomarnos el sentido sagrado del movimiento de nuestro cuerpo, de nuestro Ser, tenemos la posibilidad de organizar la vida, construir nuestros sueños, construir así la Intención, el Intento, pero para eso tenemos que conocernos. Y por eso estamos proponiendo llevar un diario de los cambios constantes que hay en el estado de ánimo, en el estado físico, en los sueños, en las manifestaciones del espíritu de las mujeres, porque es en el registro donde tenemos la posibilidad de mirar las coincidencias a través de los tiempos. 

Las mujeres debemos volver a recuperar nuestro pensamiento intuitivo. Ese pensamiento que se da en sentimiento, en imagen, en sonido, en aroma, ese pensamiento que se da en símbolo, y para eso tenemos que creérnosla. Porque es un pensamiento global que lo cubre todo y que no tiene palabras... 

Tenemos un conocimiento silencioso esperando ser recuperado, un conocimiento que tiene mucha herencia, que tiene la posibilidad de caminar entre las distintas dimensiones de la realidad, que mucha gente llama sueños, que mucha gente llama visiones, pero que es parte de la realidad. La realidad en verdad es como una capita de cebolla que va como los meses de las lunas de las mujeres que son concéntricos. Volver a tomar esto en nuestras manos y darle tiempo es volver a tener una relación con la Madre Tierra... 

Señalar como urgente que es importante que las mujeres no sigamos botando nuestra sangre junto con la basura, que no seamos fuente de contaminación, porque tenemos la posibilidad de consagrarla a través del agua para que vaya a nuestras plantas, tenemos la posibilidad de tomarnos nuestros tiempos y hacer nuestros descansos, nuestros retiros, para poder estar tranquilas de recibir esta energía, así tener la visión, tener el entendimiento, y también tener la posibilidad de la purificación de la energía propia, de la energía de la pareja, de la energía del hogar, y tenemos la posibilidad de hablar con nuestra madre tierra y rezarle para construir la armonía, para construir la paz.

Esta es la tarea que tienen las mujeres, este es el tiempo en el que estas tareas empiezan a emerger…

Autora: Andrea Herrera Atekokolli.
Andrea Herrera Atekokolli, hermosa mujer joven y abuela que con su carácter fuerte y amoroso nos enseña la relación con la sangre femenina tanto a hombres como a mujeres. Líder espiritual y mujer medicina que se ha encargado de rescatar, estudiar y difundir la relación de la sangre de la mujer con la madre tierra y del poder guardado en los úteros. Custodia del templo de luna LikanRay del Ilaló en Ecuador. 

“Durante miles de años nuestra familia ha cuidado de las ceremonias ancestrales que han sido la fuente del conocimiento, la cosmovisión, la salud y la limpieza de nuestro pueblo. Este nuevo tiempo en que la humanidad camina hacia la apertura de la conciencia, ha permitido que los saberes ancestrales amerindios, antes ocultos, hoy estén disponibles para todo aquel que quiera acercarse y conocer”.

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