martes, 31 de mayo de 2016

Es importante y sanador limpiar el útero energéticamente



Puede sonar extraño para algunas que el útero deba limpiarse energéticamente, quizás para algunas limpiarlo significa asumir que está sucio o impuro. Sin embargo ni por sucio ni por impuro, simplemente porque el útero es muy importante de resignificar e incorporar a la psique de la mujer, pues por mucho tiempo nuestro útero quedó relegado al mundo del sufrimiento y el dolor y limpiar significa dejar espacio, liberar, soltar.

¿Es el útero algo más que un órgano? Pues sí, el útero es nuestra matriz sagrada y en él habita un enorme potencial energético. Es nuestro cuenco donde nace la vida y el placer, es un reflejo de nuestro corazón femenino. El útero no es sólo un lugar donde nuestros bebes crecen, es este órgano el que recibe nuestras emociones a lo largo de toda nuestra vida de mujer.

En nuestro caso como mujeres, nuestro centro de sensaciones existe justo allí en nuestro bajo vientre, todas desplazamos muchas cosas hacia este espacio y es por esto que en éste centro se generan una serie de problemas que si no logramos sentir y liberar, la energía se estanca. Si pensamos que es el espacio de lo femenino, pues aquí es donde más hacen su aparición los problemas en la mujer. Los problemas pueden ser generados por temas específicos como una vida insatisfecha o llena de dificultades, preocupaciones en el trabajo o con la pareja, vida sexual insatisfecha, etc. Que muchas veces terminan en síntomas, desde dolor hasta quistes, miomas, o desorden hormonal.

El útero por excelencia recibe, pero también tiene la capacidad de entregar, liberar y soltar, de hecho todo en la naturaleza tiene la capacidad de contraerse y relajarse, de recibir y de entregar, es así la armonía que nos rodea. Sin embargo a la mujer no se le educó sobre el poder que tiene su útero, sobre todo se censuró la capacidad de soltar, se nos inculcó miedo al liberar y relajar, los úteros se enfriaron y dejaron de vibrar, palpitar y moverse, dejaron las mujeres de abrir sus vaginas para permitir el paso de sus bebes, de hecho la menstruación “que liberamos mes a mes” fue interrumpida con pastillas, tampones, toallas que absorben la sangre. En síntesis el arte de “liberar” se maltrató, incluso las mujeres “libres” que bailaban en torno a una fogata o movían su pelvis libremente las apuntaron con el dedo, y a otras las quemaron por esta libertad, por este acto de soltar. Las mujeres fuertes y valerosas parecían ser las mujeres que aguantaban. Y a las mujeres con capacidad de decidir se las trató de desobedientes.

Me gusta sentir la energía que me rodea, sin embargo cuando comencé a entender la energía del útero, no sólo mi propio útero, sino al ver a las mujeres antes y después de un trabajo energético en su vientre, doy por confirmado que el trabajo energético en los úteros sana y te hace ahorrar años de terapia.

Con el tiempo comprendí que el útero capta la energía psíquica. La energía psíquica es la energía de los procesos de la vida, Jung expresa este término y hacía referencia a que la energía psíquica circula por la psique. La psique, del griego ψυχή, psyché, «al alma humana», es un concepto procedente de la cosmovisión de la antigua Grecia, que designaba la fuerza vital de un individuo. La energía psíquica entendida como la energía de los procesos de la vida se puede transmitir en el útero de la madre.

En el útero de la mujer crece la vida de hombres y mujeres, como madre que soy entendí en cuerpo y alma que lo que se vive durante la etapa gestacional; se siente, se entiende, se incorpora, se sueña, se anhela, nuestro bebe también lo siente, es innegable la comunicación madre hij@ que se dá en la etapa gestacional, por lo que la psique femenina (es decir nuestra alma femenina) habita en nuestro útero, quizás no por nada Freud y sus colegas llegaron a la síntesis de que si la mujer libera la energía psíquica estancada o bloqueada en su útero sanará su mente y por qué no, su comportamiento ante la vida.

¿Y qué me dicen de la histeria? La histeria femenina, también conocida como paroxismo histérico, era una enfermedad diagnosticada en la medicina occidental hasta mediados del siglo XIX. En la era victoriana fue el diagnóstico habitual de un amplio abanico de síntomas, que incluían desfallecimientos, insomnio, retención de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, respiración entrecortada, irritabilidad, fuertes dolores de cabeza, pérdida de apetito y «tendencia a causar problemas»

Las pacientes diagnosticadas con histeria femenina debían recibir un tratamiento conocido como «masaje pélvico», estimulación manual de los genitales de la mujer por el doctor hasta llegar al orgasmo que, en el contexto de la época, se denominaba «paroxismo histérico», al considerar el deseo sexual reprimido de las mujeres una enfermedad. Otra forma habitual de tratarla era el lavaje vaginal.

Gracias a esta enfermedad, Sigmund Freud empezó a entender que había algo más que la conciencia, es decir, comenzó a descubrir la existencia del inconsciente. Es así como al entrar en las vaginas y úteros de las mujeres Freud terminó por afirmar que lo que se conocía como histeria femenina era provocado por un hecho traumático que había sido reprimido en el inconsciente. ¿Podríamos decir entonces que el inconsciente se hospeda en el útero?, quizás si Freud leyera esto me hace un lavado vaginal de inmediato por desordenada y desobediente, sin embargo creo que sí, que en nuestros úteros habita memoria, información y energía en estado inconsciente y que liberando esta memoria podremos acceder a la sanación de la energía femenina, individual y colectivamente.

Germanine Greer (académica, escritora, y locutora australiana reconocida por ser una de las representantes feministas más importantes del siglo XX ) ha observado que algunos médicos creen que “…est femineo generis pars una uterus omnium morborum”, “el útero participa en todas las enfermedades de las mujeres”. Y de ahí que antiguamente realizaban la HISTEROSTOMÍA a las mujeres que padecían de HISTERIA o tenían problemas psicológicos, depresiones, angustias. Al parecer sacando el útero la mujer sanaba mental y emocionalmente. Sin embargo la propuesta de éste presente es escuchar al útero y dejar que se exprese, liberarlo, pero no de tu cuerpo, más bien encarnar nuevamente el útero a tu cuerpo y sanar desde adentro.

He estudiado e investigado de manera personal que El útero adquiere y recoge memorias por medio de 4 energías:

A través del linaje femenino: La información se pasa de útero a útero, por la unidad dual madre-hij@. Cada hija trae consigo a su madre, y a todas las madres que existieron antes que ella. Podemos registrar en la etapa gestacional las impresiones y sentimientos de nuestra madre, podemos también reconocernos entre las mujeres de nuestro linaje femenino y encontrar muchas cosas en común, incluso sueños y deseos, hábitos y carácter, pero sobre todo esto de recibir energía de nuestro linaje se da pues nacimos del útero de una mujer, de su copa, de su matriz, del lugar donde ella dirige sus emociones, pero donde también sofoca su sentir, por ende crecer en el vientre de nuestra madre nos conduce necesariamente a entender y sentir a nuestra línea materna y en algún momento empatizar, aprender y por qué no, sanar junto a ellas.

Por medio de la impregnación energética: que es cuando intercambiamos fluidos como: semen, fluido vaginal. Y de esta manera se activa el detector de las variaciones físicas o químicas que provienen del interior del individuo con el que compartimos nuestros fluidos. Cuando intercambiamos fluidos no solo estamos asimilando la información química, que nos entrega este intercambio, también estamos obteniendo el psiquismo celular de nuestras parejas. Y en la virtud mal aspectada de muchas mujeres que tendemos a retener, es que retenemos ese psiquismo celular de la pareja con la que estuvimos sexualmente en nuestro útero. Yogi Bhajan explicó cómo las experiencias sexuales son impresas en nuestra aura, y en nuestra mente subconsciente. Cada uno se impregna con una intensidad diferente. Las mujeres son muy sensitivas y recibidoras de la cualidad penetrante del hombre.

Cuando un hombre penetra una mujer, el aura de esta mujer quedará impresa durante 7 años en un orden decreciente a medida que se aleja de la fecha de la penetración. Si te preguntas ¿En qué te influye tener impresa la penetración de una pareja en tu aura? Sigue leyendo.

La impregnación funciona así: Recibimos, retenemos, acumulamos información de nuestras parejas sexuales y la sostenemos en nuestro útero, esto ocurre en cada encuentro sexual, cobijando esa frecuencia en la que transitó nuestro acompañante sexual. En cada encuentro cuando el semen entra o cuando hay un beso e intercambiamos saliva, estamos compartiendo material genético, información, energía que en oriente bien se comprende que estos fluidos son la VIDA, en ellos hay mucha información. No por nada para saber cómo está tu cuerpo se hacen exámenes a estos fluidos, sea sangre, saliva, flujo vaginal, semen.

De manera que si vemos al útero como bien dilucidaron los médicos de la antigüedad como una llave para la comprensión de la psiquis femenina, encontramos entonces que el útero tiene una vibración y frecuencia tan alta que retiene y recoge información tal como nuestro cerebro. Lo que viene a hacer notar que lo que aún retenemos en el útero sea nuestro o no, pasa directamente a afectar nuestro pensar y actuar… de esto que las hormonas se polarizan, segregamos más testosterona que estrógeno y progesterona, nos masculinizamos, no sabemos la dirección a tomar, surge mucha duda, nos sentimos incomprendidas, perdidas en algunos casos y tantas cosas más que muchas no llegamos a entender por qué entramos en eso y consultamos cientos de terapeutas, y psicólogos para que nos sirvan de brújula para encontrarnos…y la brújula siempre existió, sólo que está tapada, por energías que no son nuestras o que hemos ido sofocando y que están demás en nuestro interior, en nuestro espacio psíquico uterino, esta comprensión nos lleva a descubrir por qué nos hemos alejado cada vez más de nosotras mismas, de nuestra esencia innata de sanación y dirección, de nuestra esencia femenina de la fidelidad a nuestra alma.

– Por medio de la Emisión de energía:La cual necesita proximidad y tiempo; por ejemplo les ha pasado que cuándo se juntan con su amigas tres o cuatro días (sino menos) en un mismo espacio, ¿comienzan a menstruar todas juntas? Pues eso se da por la emisión uterina por proximidad entre mujeres y asiduidad. Es decir este psiquismo femenino surge por la proximidad de vibración entre una y otra mujer. De ahí que en los círculos de mujeres se libera en todas la hormona oxitocina que es activada por proximidad y está demostrado que la oxitocina mejora la capacidad de la mujeres (hombres también) de confiar en otras personas, promover la actividad social, superar el temor a la traición y crear un círculo de confianza y afecto. La cual SANA la ruptura de la hermandad femenina, comenzamos a confiar en la otra mujer, sea conocida o desconocida, pues empezamos a emanar, a recordar el origen es decir LA UNIÓN.

De la misma manera que el dormir con un acompañante, pareja, esposo que está constantemente, enojado, con rabias, mal humorado, etc. (emociones por las que todos pasamos) pues por emisión nosotras lo sentiremos y no sólo eso, si no que posiblemente entremos en esa misma frecuencia de energía.

También tenemos los introyectos: Un introyecto es una idea, una creencia que se absorbió en determinado momento de la vida, usualmente la infancia. Esta idea tal vez ya no responde a la situación y necesidades presentes, pero sigue vigente. Usualmente un introyecto toma forma en una oración con la palabra debes, o deberías. Por ejemplo si durante tu infancia te decían que “debes ser una mujer fuerte y mantenerte al pie del cañón”, “que una mujer fuerte es la que lucha”, o que “debieran las mujeres ser obedientes, ser buenas niñas” etc. pues si estás hoy en tu vida adulta y has pasado por un momento difícil y no puedes manifestar tu debilidad, no te permites llorar o sentir incluso confiar, o delegar, te aseguro que si buscasen tus introyectos de mujer, encontrarían frases como las descritas arriba, creencias que posiblemente sea tiempo de soltarlas para incorporar creencias que se adapten a tu presente y te fortalezcan y empoderen como persona, como mujer sagrada. Ahora bien ¿Significa esto que un introyecto es malo? No, sólo que puede no responder a la necesidad que tiene tu alma en el presente y puedes sentir frustración, miedo, inseguridad, disconformidad y muchas veces sin saber la causa conscientemente, incluso algunos síntomas se presentan por introyectos como por ejemplo “ando enferma, pues ando con mi regla”, “pronto me voy a indisponer”, “ para que voy a ir a esa reunión si será lo mismo de siempre, me dejarán en lista de espera”, “para que tratar de quedar embarazada si ya llevo 10 intentos y no pasa nada, mi útero no me funciona” etc, una larga lista de creencias que se anidaron en nuestra mente femenina, por ende en el útero.

Es importante agregar lo que Ana Silvia Serrano nos explica sobre la energía que anida en el inconsciente femenino “Y para qué decir de la energía que aún anida en el inconsciente femenino a nivel colectivo y que muchas pasamos por alto, las historias de sufrimiento, humillación, dolor que hemos grabado en nuestros cuerpos, en nuestro inconsciente. Historias que han quedado reprimidas y bloqueadas a nivel individual y por ende colectivo. Por ello, es inminente atender las historias de vida que no hemos logrado cambiar y repetimos una y otra vez, año tras año, siglo tras siglo, vida tras vida”.
Como pueden ver el útero es más que un órgano encargado de acunar bebes, pues en él reside una energía que fue digna de investigar por muchos hombres y que hasta hoy sólo conocen las mujeres que han despertado a esta sensibilidad uterina y logran pues moverse en el mundo recibiendo información de sus sentidos del vientre donde está la llave a su psiquis.

Está en nuestras manos el don de sanar nuestro útero, resignificarlo y permitir que entre en nosotras la energía femenina-comprensiva, compasiva, incluyente, sanadora, sabia y creadora. Los pensamientos en positivo sobre nuestro útero, cuidarlo sobre todo escucharlo nos lleva directo a la llave que nos dirige al ALMA FEMENINA, a la sanación personal y colectiva de esta alma integradora y amorosa.


Siente tu útero como una copa, una copa en la que entra información, y que tú eres la encargada de alquimizar la información, entregando tu sangre menstrual a la tierra, permitiendo con éste acto psicomágico que tu linaje se libere de ataduras establecidas, generación tras generación y así también honrar al hombre que visitó este espacio sagrado… convocando que tu útero sea prístino y vivas solo tú en él, y ya no más en función de otro. “Al sanar nuestros cuerpos físicos, sanamos nuestras mentes y pensamientos de falsas creencias, los liberamos de ese desequilibrio para tocar nuestra más profunda esencia que sólo alcanzamos a través de las emociones, del sentir. De ésta manera, dejaremos de “responsabilizar al otro” para empezar a crear nuestras vidas en esa interna y verdadera realidad que es el equilibrio mismo entre nuestro pensar y nuestro sentir.” Ana Silvia Serrano.

Es tu turno de elevar tu energía, es tu turno de vivir en la diosa. Es tu turno de vivir en la humildad de reconocernos mujeres empoderadas, no porque seamos más que los hombres, ni más que la hermana que está al lado, esto es por ti y por todas tus compañeras, es por las futuras generaciones de hombres y mujeres, es también por tu presente.

Fuente: 
Sanahí. (María José M.Valdivia). Creadora y Directora de Aflora Mujer Chile

Bendiciones del Útero,
Sylvia